Este blog pretende dinamizar la observación de aves en nuestra región. Publicaremos observaciones y noticias de aves, anunciaremos actividades y a través de él cualquiera puede convocar una actividad relacionada con las aves que quiera hacer
.

Día 10 – 03.11.2012 Kruger N.P. Berg-en-Dal–Pretoriuskop–Mlilwane (Swazilandia)

Nos levantamos temprano, como siempre, para iniciar nuestro último día de andadura en el Kruger. Volvemos a subir hacia el norte, acercándonos a la zona de Pretoriuskop, donde según las malas lenguas es fácil ver el perro salvaje o licaón (Lycaon pictus).
 
Nada más salir del camp se aparecieron en la pista un grupo de hienas, donde había al menos dos cachorros de unos 4 meses. Disfrutamos mucho con ellas y a pesar de la escasísima luz pudimos afotarlas a placer. De uno de los cachorros tengo una de las fotos que más me han gustado de todos los mamíferos que conseguimos inmortalizar. Poco después llegamos al río Byamiti desde donde vimos un ejemplar de rinoceronte blanco con una gran herida en la cabeza. No se a qué atribuir dicha herida. Parecía como si le hubieran disparado en la frente aunque seguramente sería una cornada de algún otro rinoceronte, resultado de alguna pelea. El caso es que estaba muy maltrecho, cojeando y con mal aspecto. Allá lo dejamos intentando salir del lecho del río y continuamos la marcha hacia el norte. 


Paisaje de camino a Pretoriuskop. Foto Héctor García

Hiena manchada Crocuta crocuta. Foto José Ardáiz

Hiena manchada Crocuta crocuta. Foto Héctor García

Hiena manchada Crocuta crocuta. Foto Javier Robres

Rinoceronte blanco Certotherium simum. Foto José Ardáiz

Rinoceronte blanco Certotherium simum. Foto Héctor García


 En poco tiempo recibimos un aviso de José por el walkie:

- “Oid. Nos han dicho que debe haber unos licaones a unos 4 o 5 kms. de aquí. Vamos deprisa a ver si los pillamos”
Así que aceleramos la marcha para intentar ver el único de los grandes carnívoros que nos quedaba por ver. Al llegar a la zona, vimos como varios vehículos giraban y se iban del lugar. Tras la pregunta de rigor...  


- “Se acaban de ir dos ejemplares de la misma pista”.
Mala suerte. No conseguimos ver los perros por apenas unos segundos.


De todos modos, no nos resignamos y continuamos buscando. Avanzábamos por un paisaje similar a días anteriores, con mucha vegetación y apenas claros de bosque. En alguno de estos pequeños claros se dejaban ver alguna especie de corte estepario, como alondra sabota (Calendulauda sabota) o sisón moñudo (Lophotis ruficrista). Además veíamos golondrina abisinia (Cecropis abissinica), golondrina pechirufa (Cecropis semirufa) o terrera orejiblanca (Eremopterix leucotis). De mamíferos veíamos lo habitual, elefante, cebra, impala, duikers... Pero enseguida llegamos a un punto de la pista donde los coches se amontonaban por doquier. Preveíamos como poco leones, leopardo o guepardo. No acercamos a la zona como pudimos, pues era difícil sortear los vehículos y preguntamos que pasaba.


 -“Lions” 


Escudriñamos el paisaje con presteza pero sólo Diego fue capaz de descubrir un gran macho de león (Panthera leo) entre la alta vegetación y apenas durante unos pocos segundos. Los demás nos quedamos sin verlos. Casi no podemos salir de la zona porque los coches cerraban el paso y no se podía avanzar. La verdad es que allí me pareció una falta de respeto, pero ahora, mirándolo desde otra perspectiva, es bastante lógico. No se ve un león todos los días. Ni siquiera en el Kruger.

Mientras avanzábamos conseguimos ver entre la hierba un pajarillo que no distinguíamos bien. Por fortuna se subió a una rama y pudimos identificar una especie nueva, la viuda anómala (Anomalospiza imberbis). 

 
Al poco  llegamos a un lago que ya visitamos el día anterior y donde no había demasiadas aves acuáticas, salvo los omnipresentes martines pescadores píos pero fotografiamos varias peleas de gran kudú y de kobo acuático, y sobre todo apuntamos aquí uno de los antílopes que se nos habían escapado hasta el momento, el escaso redunca meridional (Redunca arundinum). Una pareja descansaba entre la vegetación, que aquí era más rala y escasa. Tras afotarlos largo rato, proseguimos camino hacia Pretoriuskop Camp.


Gran kudú oriental Strepsiceros zambeziensis. Foto José Ardáiz

Redunca meridional Redunca arundinum. Foto José Ardáiz

Viuda anómala Anomalospiza imberbis. Foto Héctor García

Paisaje abierto cerca de Pretoriuskop. Foto Héctor García

Kobo acuático Kobus ellipsipryrimnus. Foto Héctor García

Cuando llegamos, ya cerca del mediodía, tomamos un refresco y nos dispusimos a organizar los coches. Héctor, José y Diego debían partir sobre el mediodía para llegar al aeropuerto sobre las 19,00. Así que pasamos las maletas a su sitio, nos montamos cada uno en su coche, y  posamos para la última foto de grupo en el Kruger. Sólo quedaba el devolver los walkies a Diego, pero eso lo dejaríamos para más tarde. Como queríamos aprovechar el tiempo al máximo, decidimos despedirnos de los compis ya que quizás después no habría oportunidad de hacerlo. Intercambiamos las últimas impresiones y coincidimos en que había sido una gran experiencia. Todos nos dábamos por muy contentos. En cualquier caso decidimos ir juntos todavía durante un par de horas hasta que ellos tomaran rumbo a Johanesburgo y nosotros hacia el Mlilwane en Swazilandia. Quién iba a decir que todavía tendríamos dos de los “subidones” más importantes del viaje. 

Habíamos comentado durante el café en Pretoriuskop, que se nos habían escapado animales golosos, como perro salvaje o rinoceronte negro. Pero mientras matábamos los últimos momentos en el Kruger, José avisó por los walkies: 


-“Creo que hay un rino negro en aquella ladera”
-”¿Dónde?
-“Allí, en la ladera sobre el lago”


Todos miramos hacia allí y observamos dos rinocerontes a unos dos kms. de distancia, pero el caso es que iban con la cabeza bien levantada y realmente parecían rinos negros. Decidimos acercarnos para comprobarlo. Cuando los vimos a menos de 500 mts. nos cercioramos que eran en verdad una madre y su cría ya crecida de rinoceronte negro (Diceros bicornis) y comprobamos lo enormemente esquivos que son. Nos rehuían cada vez que los veíamos de cerca y tanto acosarlos echaron a correr de muy lejos. Intentamos acercarnos al lugar por donde aparentemente iban a cruzar la pista.


Realmente fue “acoso y derribo” pero conseguimos la recompensa de verlos relativamente cerca y realmente fue uno de los momentazos del viaje. Qué subidón para finalizar! Tras cruzar la pista desaparecieron entre la maleza y decidimos dejarlos tranquilos. Prácticamente podíamos darnos por satisfechos con éste último avistamiento y nos relajamos en exceso mientras nos acercábamos a la zona donde nos separaríamos. Héctor, José y Diego saldrían del Kruger por Numbi Gate y nos acercábamos a la zona para ir juntos hasta el último momento cuando de repente César, que como casi siempre iba echando una cabezada en el asiento de atrás, exclamó:

-“Eh! Para, para! Que hay un leopardo a huevo ahí mismo!


No entiendo como César veía casi todo con los ojos cerrados pero hay que reconocer que lo hacía. Y muy bien! Echamos marcha atrás y no había un leopardo, aunque lo parecía. Se trataba de un magnífico ejemplar de guepardo (Acynonix jubatus), subido en una rama como si de un leopardo se tratara. No se muy bien cuantas fotos le hicimos porque posiblemente se trataba del mejor avistamiento de todo el viaje. Al menos para tomar fotos bonitas. Se le apreciaban los detalles inmejorablemente y se le veían claramente las garras, que en el guepardo no son retráctiles.


El animal se dejó hacer todo lo que quisimos y estuvo allí durante casi veinte minutos, concretamente desde las 11.02 hasta las 11.20 que empezó a desperezarse y bajó lentamente del árbol. Una vez abajo también lo afotamos a placer durante otros 4-5 minutos, oteando el paisaje o incluso marcando territorio muy cerca de nosotros, hasta que desapareció entre la vegetación. Buaaah! Estábamos absolutamente pletóricos. Cuando ya nos dábamos por satisfechos en nuestra andadura por el Kruger... Vaya subidón! Seguramente lo mejor del viaje, al menos para mi. Espectacular!!!

Acojonante la puntualización de José que, una vez en casa revisando las fotos, se dio cuenta de que los dos guepardos que habíamos visto... eran el mismo ejemplar!!! La verdad que los vimos muy cerca uno del otro, aunque con dos días de diferencia, pero... Joder José! Qué ojo! 


Rinoceronte negro Diceros bicornis. Foto Javier Robres

Rinoceronte negro Diceros bicornis. Foto Javier Robres

Guepardo Acinonyx jubatus. Foto Javier Robres

Guepardo Acinonyx jubatus. Foto Héctor García

Guepardo Acinonyx jubatus. Foto Héctor García

Guepardo Acinonyx jubatus. Foto Javier Robres
Guepardo Acinonyx jubatus. Foto Héctor García

Guepardo Acinonyx jubatus. Foto Héctor García


Guepardo Acinonyx jubatus. Foto Héctor García

Con los ánimos por las nubes a pesar del fin de nuestro recorrido por el Kruger, decidimos acercarnos de nuevo a Pretoriuskop Camp para echar un bocado y disfrutar el momento. Antes de ello incluso pudimos anotar una nueva especie, el obispo acollarado (Euplectes ardens) que no vimos en ningún otro lado.


Una vez en el campamento, comimos algo frugal en el bar, esta vez acompañado de una cerveza local con alcohol, una Carling. En el Kruger sólo se puede beber alcohol en los campamentos y aprovechamos la coyuntura. 


Después de comer, hicimos alguna compra de última hora, entregamos los walkies a Diego y nos despedimos efusivamente de los compañeros con quien tan buenos momentos habíamos compartido. Ellos se dirigieron a Numbi Gate para salir hacia Johanesburgo y nosotros retornamos por el Kruger hacia Malelane Gate, ya sin hacer tanto caso a los bichos, pues queríamos llegar al Mlilwane antes de anochecer.


Añadiendo nuestra propia chincheta. Foto Javier Robres
Última foto de grupo antes de la despedida. Foto Javier Robres

Por el camino en cualquier caso seguíamos viendo animales de todo tipo, elefantes, jirafas, rinocerontes, antílopes... Al llegar al puente sobre el río Biyamiti nos paró un tipo que nos dijo emocionado: 

-“Black rhino!!!”


Al mirar al lugar descubrimos que no se trataba de un rinoceronte negro sino de un rinoceronte blanco. Concretamente el mismo que habíamos visto por la mañana en el mismo lugar (el de la herida en la frente) y que estaba en un estado lamentable, casi agónico. No quisimos decepcionarle y por eso no le sacamos de dudas. Allí lo dejamos todo contento, observando su difícil rinoceronte negro. 

Poco más adelante vimos varios vehículos observando algo a nuestra derecha. Preguntamos y nos dijeron: 


- “Leopard”


Así, aún tuvimos oportunidad de observar un nuevo leopardo (Panthera pardus), pero se encontraba muy lejano y en una posición de reposo absoluto, por lo que no perdimos demasiado tiempo en él. Tras llegar a Malelane Gate, entregamos la documentación y salimos del Kruger a las 15.00 hrs. Teníamos unas tres horas y media para llegar al Mlilwane antes de anochecer. En total unos 180 kms. Parecía tarea fácil. Ya no contábamos con el navegador de José y sólo teníamos un exiguo mapa del país con demasiado poco detalle, donde sólo aparecían las grandes ciudades. 

Llegamos enseguida a la frontera de Jeppes Reef que estaba sólo a 40 kms. de Malelane Gate. Había un gran tránsito de personas a pie que trabajaban en Sudáfrica. El ambiente era precioso, con mucho colorido. Los habitantes de Swazilandia eran mucho más risueños que los sudafricanos y siempre veías una sonrisa en sus labios a pesar de notarse que el país era más pobre y “africano” que Sudáfrica. Nosotros pasamos la frontera por un paso exclusivo para turistas y no tuvimos que hacer las grandes colas que soportaban los nativos. Allí, mientras esperábamos que nos sellaran los pasaportes, vimos una mujer que parecía sacada de una película sobre el New Orleans de principios de siglo. Gorda como un sapo, portaba un enorme vestido rosa con estampaciones florales y un generoso escote, una pamela de anchas alas también rosa y una sombrilla para el sol que parecía sacada de un cochecito para bebés. 


Además iba exageradamente maquillada, con unos gruesos labios de color rojo y los párpados de un morado fuerte. Una pena no haberle hecho alguna foto.

Pasamos la frontera y nos adentramos en el país. Las carreteras estaban en un estado más que aceptable aunque las indicaciones eran muy escasas e imprecisas. Aparecía ante nosotros un paisaje bastante montañoso con cultivos aterrazados y zonas en buen estado de conservación. Al poco el cielo se tornó de un negro intimidante y empezó a llover de una manera torrencial. Esto hizo que la velocidad fuera más lenta de lo deseado y se nos hizo de noche mucho antes de llegar a destino. Además del ridículo mapa, llevábamos también  unas instrucciones que nos había enviado por mail la dirección del Mlilwane y donde nos guiaba a través del país con sólo unas limitadas instrucciones que decían más o menos esto:


“ Entra en Swazilandia por Jeppes Reef y continúa durante 90 kms. hasta la T-junction. Sal de la carretera para coger la autopista de Oshoek-Mbabane. Tras 30 kms. sal de la autopista y baja la rampa. Pasarás junto a las casas del Parlamento y el Parque Memorial del Rey Sobhuza. En la cuarta salida sigue las señales que llevan a Mlilwane&Reilly`s Rock. Cuando pases junto al Garage Caltex en 0,5 kms. verás una señal que indica la dirección al Mlilwane Wildlife Sanctuary. Sigue la indicación y en 5 kms. llegarás a la puerta principal. “
Parece de traca pero la verdad es que llegamos a la puerta del Mlilwane sin contratiempos. Otra cosa era llegar al campamento. En la puerta, ya de noche cerrada,  nos paró un ranger y nos pidió la documentación. Después nos indicó cómo llegar al campamento. 


Fue bastante claro y dijo:

- “ La primera pista a la derecha y todo recto.”


 Menos mal que no había llovido nada en esta zona porque los caminos eran de tierra arenosa que con agua los imagino imposibles. Además, según avanzábamos, aparecían multitud de cruces sin ninguna indicación a la vista. Empezamos a descojonarnos de las instrucciones del ranger. Joder! La primera a la derecha y todo recto, eh? Increíble! Yo esperaba también ver algo de fauna, ya que nos encontrábamos dentro del parque pero mis esperanzas fueron en vano y no vimos nada. Tras unos 5-6 kms. llegamos a divisar un grupo de luces a lo lejos e imaginamos que sería el campamento. Y así era. Entramos a recepción donde nos atendieron amablemente. 

Un botones, nos acompañó al alojamiento de una sóla habitación con dos camas. Nos quejamos de que habíamos reservado dos habitaciones y tras una comprobación nos dieron otra habitación. Según nos íbamos acercando al hut, observamos junto al restaurante un grupo de turistas que aparentaban estar algo borrachos tras la cena y  ante los que una banda de negros disfrazados de nativos swazis bailaban una danza tribal. - “Una swazilandiada!” pensé. Se me antojaba muy similar a un grupo de turistas japoneses en un tablao flamenco, pero... esto es así en África. A mi también me bailaron los Masai y los Samburu en sendos poblados en Kenya. (Y además e incomprensiblemente, me gustó mogollón). 

Llegamos a dos chalets-habitación contiguos de dos camas cada uno. Nos metimos en uno de ellos y cenamos los tres juntos una cena muy ligera. Después nos jugamos a los chinos a ver quién dormía sólo y enseguida a la cama, muy cansados. Alojamiento algo pequeño y donde se notaba el “africanismo” del país. La ducha y el W.C.  eran abiertos y los sanitarios algo viejitos y desfasados. Además los muebles, puertas y demás eran demasiado viejos, pero como digo siempre... para dormir sobra.


LISTA DE ANIMALES OBSERVADOS. Berg-en-Dal–Pretoriuskop-Malelane Gate

AVES

- Francolín de Natal  Francolinus natalensis

- Francolín de Swainson Francolinis swainsonii
- Pintada común Numida meleagris
- Ganso del Nilo Alopochen aegyptiacus
- Barbudo crestado Trachyphonus vaillantii
- Toco piquigualdo sureño Tockus leucomelas
- Calao trompetero Bycanistes bucinator
- Carraca lila Coracias caudatus
- Martín pescador malaquita Alcedo cristata
- Alción cabecipardo Halcyon alviventris
- Abejaruco europeo Merops apiaster
- Pájaro ratón común Colius striatus
- Pájaro ratón carirrojo Urocolius indicus
- Cuco solitario Cuculus solitarius
- Vencejo moro Apus affinis
- Tórtola engañosa Streptopelia decipiens
- Tórtola de El Cabo Streptopelia capicola
- Tórtola senegalesa Streptopelia senegalensis
- Turaco crestimorado Tauraco porphyreolophus
- Turaco unicolor Corythaixoides concolor
- Sisón moñudo Lophotis ruficrista
- Jacana africana Actophilornis africanus
- Busardo de estepa Buteo vulpinus
- Pigargo vocinglero Haliaeetus vocifer
- Azor lagartijero oscuro Melierax metabates
- Águila de Wahlberg Aquila wahlbergi
- Cormorán africano Phalacrocorax africanus
- Garcilla bueyera Bubulcus ibis
- Garza real Ardea cinerea
- Ibis hadada Bostrichia hagedash
- Drongo ahorquillado Dricurus adsimilis
- Alcaudón pío Corvinella melanoleuca
- Golondrina común Hirundo rustica
- Golondrina abisinia Cecropis abyssinica
- Bulbul naranjero sureño Pycnonotus tricolor
- Turdoide de Jardine Turdoides jardineii
- Cistícola sp.
- Alondra sabota Calendulauda sabota
- Estornino de orejas azules Lamprotornis chalybaeus
- Estornino carunculado Creatophora cinerea
- Tejedor casero Ploceus cucullatus
- Viuda del paraíso Vidua paradisaea
- Viuda anómala Anomalospiza imberbis
- Lavandera pía africana Motacilla aguimp
- Serín de Mozambique Serinus mozambicus


MAMÍFEROS


- Guepardo Acinonyx jubatus
- León Panthera leo
- Hiena manchada Crocuta crocuta
- Elefante africano Loxodonta africana
- Cebra de Burchell Equus quaga
- Rinoceronte negro Diceros bicornis
- Rinoceronte blanco Certotherium simum
- Facoquero de sabana Phacocoerus africanus
- Hipopótamo Hippopotamus anphibius
- Búfalo cafre Syncerus caffer
- Antílope jeroglífico meridional Tragelaphus sylvaticus
- Redunca meridional Redunca arundinum
- Gran kudú oriental Strepsiceros zambeziensis
- Impala Aepyceros melampus
- Raficero de Sharpe Raphicerus colonicus
- Kobo acuático Kobus ellipsipryrimnus
- Ñu azul Connochaetes taurinus
- Duiker de Grimm Sylvicapra grimmia
- Jirafa Giraffa camelopardalis
- Mono tota Cercopithecus aethiops
- Ardilla de matorral Paraxerus cerapi


REPTILES


 - Cocodrilo del Nilo Cocodrylus niloticus
- Tortuga del fango aserrada Pelusios sinuatus
- Tortuga leopardo  Geochelone pardalis

INVERTEBRADOS
- Mariposa Cola de golondrina limonera Papilio demodocus

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...