Este blog pretende dinamizar la observación de aves en nuestra región. Publicaremos observaciones y noticias de aves, anunciaremos actividades y a través de él cualquiera puede convocar una actividad relacionada con las aves que quiera hacer
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Código ético para los observadores de aves

1.- El bienestar de las aves siempre es lo primero.
Si eres un observador de aves en cualquiera de sus aspectos ten en cuenta que el bienestar del ave siempre es lo primero. Evita molestias e interferencias en sus comportamientos, primando siempre la seguridad del sujeto y su hábitat sobre la obtención de una observación.

2.- Conocer es conservar.
Conocer evita daños. Aprendiendo sobre el comportamiento, biología y requerimientos de las especies es más facil contribuir a su conservación y a evitar molestias a las aves. Hay que tener en cuenta los momentos más vulnerables de las distintas especies, como la reproducción, la muda o la climatología adversa. Se deben evitar las observaciones en nidos y con especies amenazadas se requiere autorización. La alteración del entorno de un nido y la presencia visible del observador o su equipo puede llamar la atención de otras personas o depredadores sobre el sujeto y debe evitarse.

3.- El hábitat debe de ser protegido.

Toda nuestra actividad debe de ser respetuosa con él hábitat de cada especie y mantenerlo inalterado, dejándolo todo como lo encontramos. El respeto y la protección del hábitat en su conjunto y su valores patrimoniales (arqueológicos, geológicos, etc.) ha de primar sobre la observación,  evitando toda alteración irreversible. No debemos abandonar residuos en la naturaleza ni dañar cualquier tipo de vegetación.

4.- No modificar el comportamiento de las aves.
Debemos procurar no molestar nunca a las distintas especies de aves, especialmente en época de nidificación para evitar fracasos reproductivos, tampoco en invierno o durante la migración para eludir pérdidas energéticas difíciles de contrarrestar. Evitaremos aproximaciones excesivas que conduzcan a estrés, intimidación, modificaciones de la actividad o habituación a la presencia humana. El uso de reclamos sonoros con cantos de aves, además de requerir una autorización administrativa, está especialmente desaconsejado por el impacto negativo que tiene sobre la avifauna, debiendo el observador reconocer los indicios de estrés y evitarlos.

5.- Prudencia y discreción al compartir tus observaciones.

Si encuentras una especie en peligro y piensas que necesita protección, informa a los organismos oficiales competentes o al propio Grupo Ornitológico de La Rioja. Es la mejor forma de protegerla y conservarla, evitando dar a conocer la localización exacta en otros círculos que puede ser aprovechada por personas que puedan ocasionar molestias, constituyendo un dato muy importante para el conocimiento y la protección de esa especie.

En cualquier caso, los conocimientos sobre las especies que tenemos hoy en día son el resultado de la suma de las citas compartidas voluntariamente por muchos observadores de aves, siendo conveniente que tus observaciones se añadan a las anteriores para lograr un mejor conocimiento y una mayor protección y conservación de las aves, pero escogiendo de forma prudente el momento, el modo  y el ámbito  de comunicación.

6.- No debes acosar a las especies divagantes ni rarezas.

Las aves divagantes o rarezas no deben ser molestadas. Si localizas alguna, es interesante que puedas enviar la observación al Grupo Ornitológico de La Rioja para poderla incluir en futuras ediciones del Anuario Ornitológico de La Rioja. Sin embargo, procura no comentarlo salvo a otros observadores de confianza e indicarles las precauciones necesarias para evitar molestias, ya que la afluencia desmesurada de observadores de aves en esa zona puede ocasionar perjuicios no sólo al ave rara,  sino lo que es peor, también a otras próximas regulares pero amenazadas y su hábitat. Del mismo modo si crees que se trata de un ave exótica puedes comunicarlo de igual manera.

7.- Respeta la normativa sobre la protección de las aves en todo momento.

Las aves están protegidas por abundante normativa. Debemos dar ejemplo con nuestras actitudes. El observador debe contar con los permisos y autorizaciones necesarios y conocer la normativa de los espacios naturales frecuentados, siendo aconsejable colaborar con la guardería local.

8.- Respeta los derechos de los demás.
No entrar en las fincas particulares sin autorización, no molestar al ganado ni dañar los cultivos y no salirse de los recorridos permitidos es esencial para la conservación de las especies. Por otro lado, si coincides en la zona de observación con más visitantes, debes tener en cuenta que tienen los mismos derechos que tú a disfrutar del entorno natural y de su avifauna.

9.- Colabora con la protección de la naturaleza en general y las aves en particular.
Comunica a los centros de recuperación de fauna el hallazgo de ejemplares silvestres con problemas de supervivencia, denuncia  las agresiones al medio natural y en general, colabora en cuantas actividades puedas de protección y defensa de las aves y la naturaleza en general,

10.- Compórtate como te gustaría que otros se comportaran en tu zona.

Un buen comportamiento y el seguimiento de estas sencillas normas, convierte a los observadores en embajadores de la conservación de las aves y de sus hábitats. Ante cualquier infracción o situación indeseable, incluidas las actuaciones al margen de la legalidad vigente que pudieran realizar otras personas, debemos informar a las autoridades.

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