Este blog pretende dinamizar la observación de aves en nuestra región. Publicaremos observaciones y noticias de aves, anunciaremos actividades y a través de él cualquiera puede convocar una actividad relacionada con las aves que quiera hacer
.

Día 6 – 30.10.2012 Kruger N.P. Letaba – Satara

Como cada día madrugamos mucho para salir a las 5.30 del camp. Mientras preparábamos los equipajes, pudimos disfrutar dentro del camp de varios bichos a placer. Se dejaban ver con facilidad turdoide de Jardine (Turdoides jardineii), toco piquigualdo sureño (Tockus leucomelas) entre las aves o ardilla de matorral (Paraxerus cerapi), antílope jeroglífico (Tragelaphus scriptus) o niala (Tragelaphus angasii) de mamíferos. 
Alojamiento en Letaba. Foto Héctor Gracía

Toco piquigualdo sureño Tockus leucomelas. Foto Héctor García


José comentó que deberíamos acercarnos hasta Phalaborwa Gate a recorrer una zona que es buena para antílope sable (Hippotragus niger), y además se habían visto guepardos (Accinonyx jubatus) durante el día anterior. Tanto César como Héctor y yo estábamos un poco cansados de ir por el Kruger corriendo a toda pastilla. Como preferíamos ir más tranquilos, decidimos que Héctor y Óscar se cambiaran de vehículo para ir por distintos lados. Así que Óscar, Diego y José se acercaron a Phalaborwa por la H-9 y nosotros en cambio nos dirigimos hacia Satara Camp directamente por la S-46 y la S-93, unas pistas de tierra bastante tranquilas, a pesar de que son las que llevan a los espectaculares miradores sobre el río Olifants. Se empezaba a notar mucho más notablemente el cambio de biotopo. El mopane empezaba a dejar de ser predominante, aunque todavía se veía por doquier y entrábamos en una zona que al transcurrir paralela al río Letaba, estaba adornada de un frondoso bosque de ribera. El río propiamente dicho, tenía un ancho cauce, con ya buena cantidad de caudal y cuyas grandes láminas de agua estaban cubiertas de vegetación acuática en plena floración. El paisaje era grandioso y con multitud de fauna. Así, se veían con facilidad animales comunes como facóqueros, impalas, cebras, ñúes, elefantes, hipopótamos, jirafas, ardillas de matorral... De pájaros pudimos ver entre otros tántalo africano (Mycetria ibis), chorlitejo tricollar (Charadrius tricollaris), jacana africana (Actophilornis africanus), polluela negra africana (Amaurornis flavirostris), zorzal de Kurrichane (Turdus libonyana) u otras más comunes como ganso del nilo, garcilla bueyera, garza goliath o águila rapaz. También entraron en la lista algunas que eran nuevas para nosotros como azulito angoleño (Uraeginthus angolensis) o zorzal litsitrupa (Psophocichla litsitrupa).

Tántalo africano Mycteria ibis. Foto Héctor García


Río Letaba en la S-93. Foto Javier Robres

Zorzal litsirrupa  Psophocichla litsirupa. Foto Héctor García



Íbamos avanzando por esta pista absolutamente deliciosa y muy tranquila, cuando de repente, Héctor, que era quien conducía pegó un frenazo en seco, que hizo que derrapáramos con gran estruendo y que nos sorprendió y asustó a César y a mi.

- “Pero qué pasa?”
- “Joder! Creo que he atropellao una ganga.
- “Cómo?
- “Que he atropellao una ganga, creo.”
- “Echa p´atrás”


Movió el vehículo unos metros hacia atrás y pudimos ver efectivamente una hembra de ganga bicinta (Pterocles bicintus) en mitad de la pista y que a todas luces se encontraba debajo del coche, pero no parecía haber sufrido ningún daño. Lentamente se movió como si nada hubiera pasado hacia el borde del camino. Enseguida vimos que se juntaba al macho y las teníamos apenas a 3 mts. Empezaron a alimentarse como si nada. Menuda sesión de fotos. Y también echamos unas risas comentando la extrema confianza y estupidez de los bichos. Igualito que en España.

Ganga bicinta Pterocles bicintus hembra. Foto Héctor García

Ganga bicinta Pterocles bicintus macho. Foto Héctor García

Poco más adelante encontramos dos pollos de abejaruco frentiblanco (Merops  bullockoides) que estaban siendo repetidamente cebados por sus espectaculares padres. La cadencia de ceba era bestial, y no pasaba más de un minuto entre ceba y ceba. Les vimos llevar varios insectos, libélulas y mariposas. Héctor hizo unas fotos acojonantes de las cebas y se puede incluso identificar alguna de las mariposas que los padres aportaban, como la dama blanca, white lady (Graphium morania).

Abejaruco frentiblanco Merops bulloockoides. Foto Héctor García

Al rato dejamos la S-93 para coger la S-44. Enseguida nos encontramos con una cuadrilla de obreros que realizaban obras en la pista. Tuvimos que parar unos minutos a causa de las obras y mientras esperábamos, un pigargo vocinglero (Haliaeetus vocifer) ofrecía una imagen bucólica del entorno. Sobre un mar de árboles de mediano porte, destacaba un enorme árbol muerto seco en el que descansaba el pigargo. Era una imagen habitual en el Kruger pero no por ello dejaba de ser una delicia. También desde allí se dejó ver a placer un precioso macho de escribano pechidorado (Emberiza flaviventris).
Atravesando la pista aparecía intermitentemente a nuestra izquierda la margen opuesta del río y pudimos observar de lejos nuestra primera hiena manchada (Crocuta crocuta) y por ser la primera y aún viéndola de muy lejos... encantados de la vida!
Las hienas tienen un complejo sistema social donde los machos son relegados a la cola de la jerarquía y las manadas son lideradas por una hembra alfa. Habitualmente se alimentan de carroña pero son también formidables cazadores. Se atreven incluso con jirafas e hipopótamos, casi siempre mermados en sus facultades.

Escribano pechidorado Emberiza flaviventris. Foto Héctor García

Paisaje en el Kruger, cerca de Olifants Lookout. Foto Javier Robres

Pronto llegamos al Olifants Lookout. Posiblemente, junto al cercano mirador de Olifants Camp, el paisaje más espectacular del Kruger. Ofrecía unas increíbles vistas sobre el río Olifants desde una colina unos 100 mts elevada sobre el río. Nos recibió una pequeña serpiente rayada de la arena (Psammophis angolensis). Era tan pequeña y liviana que estuve a punto de cogerla con la mano. Luego leí que es ligeramente venenosa y que su picadura a pesar de ser inocua para la salud, es muy dolorosa durante un par de horas o tres.  Oteando con prismáticos desde el mirador, se veía una carroñada terrible junto a la orilla así que fuimos inmediatamente al coche a por los telescopios. Había un hipopótamo muerto del que, principalmente los cocodrilos (Crocodylus niloticus) daban buena cuenta. Había otros carroñeros esperando turno como marabú africano (Leptoptilos crumeniferus) o casi todas las especies de buitre, como buitre orejudo (Torgus tracheliotus), buitre dorsiblanco africano (Gyps africanus), alimoche sombrío (Necrosyrtes monachus), buitre cabeciblanco (Trigonoceps occipitalis) o  buitre de El Cabo (Gyps coprotheres). Estuvimos absolutamente sólos en el mirador unos veinte minutos (es lo que tiene salir del camp los primeros), disfrutando de lo lindo, pero enseguida empezaron a aparecer turistas a millones por lo que decidimos, muy a pesar nuestro, reanudar la marcha. La verdad es que el lugar merece una estancia más prolongada, y más con un telescopio en las manos. 

Río Olifants desde el lookout. Foto Javier Robres

Río Olifants desde el lookout. Foto Javier Robres

Serpiente rayada de la arena Psammophis angolensis. Foto Javier Robres
En el Olifants lookout. Qué gozada! Foto Javier Robres
En cualquier caso, seguimos camino hacia Olifants Camp, pero antes pasamos por un pequeño vado con una mínima masa de agua, donde había un pequeño cocodrilo y un montón de ejemplares de tortuga del fango aserrada, East African Serrated Mud Turtle  (Pelusios sinuatus). Esta es una tortuga muy abundante en el Kruger pero en este punto era curioso su comportamiento. Nada más parar el coche, varias de ellas se acercaron con rapidez a la orilla y asomaban la cabeza como esperando algo de comida. La verdad es que era un poco surrealista pensar en ello, pero realmente era un vado por el que pasaban cientos de vehículos al día y supongo que estaban acostumbradas a que les echaran de comer. De hecho, hace pocos días he leído el trip de Dani García, compañero navarro que ha visitado el Kruger, justo un año después de nosotros, y comenta que tras echarles unas magdalenas... venían como locas! Pero además el cocodrilo también se acercaba a husmear. Me cuesta imaginar que con las enormes inundaciones que el pasado enero asolaron esta parte del parque, en el mismo vado estaban las mismas tortugas y el mismo cocodrilo que un año atrás, pero la verdad es que tiene toda la pinta de que es así.
Cocodrilo del Nilo Cocodrylus niloticus. Foto Javier Robres


Tortuga del fango aserrada Pelusios sinuatus. Foto Javier Robres
Tras sacar las fotos de rigor seguimos hasta llegar a Olifants Camp. Una vez dentro nos dirigimos directamente a la terraza del bar. Ya nos avisó nuestro amigo Gaby en una cena-proyección del GOR, que no debíamos dejar de visitar este campamento. Y tenía razón. En mi opinión,el mejor punto de todo el Kruger para recrearse la vista con el paisaje. Nos sentamos en la terraza y nos pedimos unas cervecitas con alcohol (algo difícil en el Kruger) y unos tentenpiés que estaban buenísimos. Y es que siempre he dicho que la comida en el campo sabe mejor, pero allí... con semejante vista... con jirafas y elefantes ante los ojos... estábamos en la mismísima gloria! Disfrutamos un buen rato del lugar, y pudimos fotografiar varias especies interesantes como el aquí común estornino alirrojo (Onychognathus morio), la prinia modesta (Prinia subflava), o la discreta camaróptera baladora (Camaroptera brachyura) entre las aves y además también cayeron otras como el escinco africano de cola azul (Mabuya quinqueateniata) o la ardilla de matorral (Paraxerus cepapi)
Rio Olifants desde Olifants Camp. Foto Javier Robres

Rio Olifants desde Olifants Camp. Foto Javier Robres
Vistas desde Olifants Camp. Foto Javier Robres

En la mismísima gloria! Foto Héctor García

Seguimos por la S-92 y S-91 hacia el sur. Se trataba de una pista de grava en muy buen estado que transcurría junto al rio Olifants. El paisaje se abría y se veía fauna por doquier. Elefantes, jirafas, hipos... Intentábamos ir cerca del río pero no siempre era posible, aún así se me antojó una zona muy interesante. Todavía no habíamos visto grandes felinos y estábamos algo desesperados. Había oído que se podían ver por la zona los famosos leones albinos de Timbabati. Si era difícil ver un león... que encima sea blanco... En fin. Al regresar a España vi un documental sobre los leones blancos del Timbabati que me pareció bastante patético. Había una bióloga británica que se empeñaba en que prosperaran los leones blancos en el Kruger, y había cercado un recinto para la cría en cautividad de dichos leones. En mi opinión... un despropósito! Proseguíamos el camino y en una zona cerca del río paramos a fotografiar un milano de pico amarillo (Milvus aegyptius) que se dejó hacer una buena serie. Poco después, en la misma zona, un precioso ejemplar de águila rapaz (Aquila rapax) nos obsequió con un comportamiento que al menos a mi me resultó sorprendente. Cuando nos estábamos acercando para fotografiarla, de repente extendió sus alas como si de un cormorán se tratara, y permaneció en esa postura durante un par de minutos o tres. Jamás había visto algo así en una rapaz, salvo los buitres. Supongo que se trata de un comportamiento para evitar el calor, pura suposición, claro! 
Jirafa. Giraffa camelopardalis. Foto Javier Robres

Impala Aepyceros melampus. Foto Javier Robres
Milano de pico amarillo Milvus parasitus. Foto Héctor García
Águila rapàz Aquila rapax. Foto Héctor García
Mientras comentábamos la jugada nos sorprendió una gran manada de elefantes, con varias crías pequeñas que iban a cruzar la pista. Recuerdo que comenté a Héctor que se diese prisa para no tener que esperar mientras pasaban. Aceleramos pero... una enorme hembra nos dio un bufido como diciendo... “Quietos ahí!” y por supuesto entendimos el mensaje. Así que esperamos largo rato, pues los elefantes no suelen ir con prisa y la manada era muy grande y dispersa. Cuando parecía que ya habían pasado todos, arrancamos pero al instante aparecieron otro grupo que quedaba rezagado, y esta vez una hembra se paró en mitad de la pista, y empezó a “buscarnos” con su trompa. Examinaba los olores a simple vista y se giró hacia nosotros para advertirnos. Ni que decir tiene que ni lo intentamos.
Seguimos la pista entre impalas, raficeros, cebras y otros mamíferos. Pudimos ver un águila rapaz en su nido a medio construir y durante el recorrido vimos más especies nuevas como suimanga del Marico (Cinnyris mariquensis), carraca de cola de raqueta (Coracias spatulatus) o uno de los endemismos de la zona, la cosifa gorguiblanca (Cossypha humeralis).

Manada de elefantes. Foto Javier Robres

Mirando con el olfato. Foto Javier Robres
 
Enseguida llegamos a Olifants Bridge, ya en la H-1. Es uno de esos enormes puentes donde puedes bajar del coche y que es una auténtica gozada. El río Olifants llevaba ya cierto caudal que, aunque todavía escaso, era una enorme atracción para la fauna. Nada más bajar del coche, pudimos ver una hembra de hipopótamo con su cría que estaban completamente fuera del agua. Esto es algo que no es fácil de ver así que les dedicamos una buena serie de fotos. Además se dejaban ver cocodrilos, jirafas y elefantes. De pájaros, disfrutamos con un picotenaza africano (Anastamus lamelligerus), una garza real (Ardea cinerea), una garza Goliath (Ardea goliath) y un par de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiacus). Estos últimos nos dieron un buen espectáculo. Pudimos ver cómo defendían enconadamente el territorio frente a otro ejemplar de su especie. La pelea fue más visual y sonora que otra cosa pero fue un espectáculo bastante interesante. Curiosamente dejaban a la garza real acercarse a unos mts. tan sólo, pero a otro ganso... Ni hablar!
Cuando más disfrutábamos sobre el puente aparecieron el resto de expedicionarios. Tras pertinentes saludos e intercambio de impresiones, decidimos hacernos una foto de grupo que todavía no teníamos. Comentaron que no vieron ni guepardo ni antílope sable. Ahora, y tras pasar la experiencia, creo que es absolutamente ridículo ir a buscar los bichos en el Kruger. No digamos buscarlos donde ponen las chinchetas del día anterior! Los animales simplemente están ahí y los ves o no los ves. Depende por completo de la suerte.
Ya todos juntos seguimos camino hacia Satara Camp. El paisaje empezaba a ser algo más abierto. Los grandes mamíferos se dejaban ver con mucha facilidad. Cebras, jirafas, elefantes, impalas, ñúes, facóqueros... no es que fuesen más abundantes sino que el paisaje era más abierto y se dejaban ver mejor. Pero... nada de gatos!


Río Letaba desde Letaba bridge. Foto Javier Robres
Ganso del Nilo Alopochen aegyptiacus. Foto Javier Robres

Defendiendo el territorio. Foto Javier Robres
En Olifants bridge. Foto Héctor García

De pájaros vimos muchas especies pero un grupo familiar de calao terrestre sureño (Bucorvus leadveateri) nos hizo disfrutar de lo lindo. En principio los vimos algo lejos, y no pensábamos parar, pero advertimos que se acercaban lentamente. Así que decidimos esperar un poco. Hicimos bien porque se acercaron hasta límites insospechados, apenas a unos metros y como decíamos poco más tarde... “fue un escándalo”.  Las aves en el Kruger son tan confiadas como los mamíferos. Si no sales del coche... es como si no estuviéras. Una gozada!!!

Cálao terrestre sureño Bucorvus leadbeateri. Foto Héctor García

Cálao terrestre sureño Bucorvus leadbeateri. Foto Óscar Gutiérrez

Tras seguir camino enseguida llegamos a Satara Camp. Ya dentro del campamento y mientras hacíamos el check-in, pudimos disfrutar de una familia de mangostas enanas en la recepción. Como era pronto decidimos adentrarnos en la S-100, una de las pistas más prestigiosas del Kruger. Se veía mucha fauna pero todo repetido, así que nos fuimos al camp a disfrutarlo un poco. Los campamentos son muy buenos para afotar fauna menor y eso hicimos. Mientras algunos hacían la compra para cenar, Héctor y yo afotamos a placer turaco unicolor, tórtola engañosa o toco pìquirrojo, pero lo que nos entretuvo de sobremanera fue un precioso macho de ágama de cabeza azul (Acanthocercus atricollis) que descansaba en el tronco de un árbol y también  un par de ejemplares de escinco rayado común (Mabuya striata), especie que en principio me parecía el abundante escinco africano de cola azul (Mabuya quinqueateniata) pero una vez en casa, pude comprobar que son especies distintas.

Mangosta enana Helogale parvula en Satara Camp. Foto José Ardáiz

Paisaje abierto cerca de Satara Camp desde la S-100. Foto Javier Robres
Ágama de cabeza azul Acanthocercus atricollis. Foto Héctor García

Los camps son muy buenos para fotografiar fauna pequeña. Foto Javier Robres

Al anochecer... nos preparamos para una barbacoa. Menos mal que algún vecino se apiadó de nosotros, porque sin pastillas de magnesio, es poco menos que imposible hacer prender el carbón vegetal. Mientras se quemaba el fuego, vino José avisando que había un gato montés africano (Felis lybica) a pocos metros. Yo, cuando lo vi pensé que era un gato doméstico, porque se dejaba acercar apenas a 3-4 mts. Pero era realmente un gato salvaje. Alucinante!
Después de dar buena cuenta de la estupenda barbacoa (de nuevo ternera y salchicha gigante de kudú) con un buen vino sudafricano y mucha hambre, nos pusimos a hacer la lista y después nos tomamos en la terraza la cervecita de rigor. De repente, veo a José que escupe la cerveza como si hubiese visto un fantasma.
- “Un ratel, un ratel!!!”
Joder! Efectivamente, un ratel (Mellivora capensis) pasaba como si nada a pocos metros de nuestro porche. Nos levantamos todos a toda prisa, y cámara en mano lo perseguimos por todo el camp, montando un revuelo de la hostia. El bicho iba de contenedor en contenedor, volcando lo que podía en busca de alimento.  Aquí comprendí el porqué las papeleras de los picnic-sites estaban poco menos que blindadas. Tras el descojone general por el escándalo que montamos, César decidió montar la cámara de fototrampeo.
Cuando acabamos de montar la cámara empezó a llover de una manera bestial. Así que aprovechamos para ir a dormir. En el techo de la habitación habitaba un gecko casero tropical (Hemidactylus mabouia). Alojamiento tipo bungalow 3 pax. Amplio y confortable. Para dormir...

La barbacoa...la barbacoa...la barbacoa... me gusta a mi!
Gato montés africano Felis lybica. Foto José Ardáiz

Gato montés africano Felis lybica. Foto José Ardáiz

Ratel Mellivora capensis. Foto José Ardáiz

Geco casero tropical Hemidactylus mabouia. Foto Javier Robres

LISTA DE ANIMALES OBSERVADOS.  Letaba – Satara

AVES

- Avestruz  Struthio camelus
- Francolín de Natal  Francolinus natalensis
- Francolín de Swainson Francolinis swainsonii
- Pintada común Numida meleagris
- Suirirí cariblanco Dendrocigna viduata
- Ganso del Nilo Alopochen aegyptiacus
- Barbudo crestado Trachyphonus vaillantii
- Toco piquirrojo Tockus erythrorhynchus
- Toco piquigualdo sureño Tockus leucomelas
- Toco piquinegro Tockus nasutus
- Calao terrestre sureño Bucorvus leadbeateri
- Abubilla africana Upupa africana
- Carraca lila Coracias caudatus
- Carraca cola de raqueta Coracias spatulatus
- Carraca coroniparda Coracias naevius
- Alción cabecipardo Halcyon albiventris
- Martín gigante africano Megaceryle maxima
- Martín pescador pío Ceryle rudis
- Abejaruco frentiblanco Merops bullockoides
- Abejaruco europeo Merops apiaster
- Pájaro ratón común Colius striatus
- Pájaro ratón carirrojo Urocolius indicus
- Críalo blanquinegro Clamator jacobinus
- Vencejo moro Apus affinis
- Vencejo palmero africano Cypsiurus parvus
- Tórtola de El Cabo Streptopelia capicola
- Tórtola senegalesa Streptopelia senegalensis
- Turaco unicolor Corythaixoides concolor
- Avutarda kori Ardeotis kori
- Sisón moñudo Lophotis ruficrista
- Ganga bicinta Pterocles bicintus
- Jacana africana Actophilornis africanus
- Polluela negra Amaurornis flavirostris
- Andarríos bastardo Tringa glareola
- Cigüeñuela común Himantopus himantopus
- Alcaraván acuático Burhinus vermiculatus
- Chorlitejo tricollar Charadrius tricollaris
- Avefría armada Vanellus capensis
- Avefría coroniblanca Vanellus albiceps
- Abejero europeo Pernis apivorus
- Milano de pico amarillo Milvus aegyptius
- Busardo de estepa Buteo vulpinus
- Pigargo vocinglero Haliaeetus vocifer
- Alimoche sombrío Necrosyrtes monachus
- Buitre dorsiblanco Gyps africanus
- Buitre de El Cabo Gyps coprotheres
- Buitre orejudo Torgus tracheliotus
- Buitre cabeciblanco Trigonoceps occipitalis
- Culebrera sombría Circaetus cinereus
- Águila volatinera Theratopius ecaudatus
- Azor lagartijero oscuro Melierax metabates
- Águila perdicera africana Aquila spilogaster
- Águila pomerana Aquila pomarina
- Águila rapaz Aquila rapax
- Águila esteparia Aquila nipalensis
- Águila de Wahlberg Aquila wahlbergi
- Águila marcial Polemaetus bellicosus
- Cormorán grande africano Phalacrocorax lucidus
- Cormorán africano Phalacrocorax africanus
- Aninga africana Anhinga rufa
- Garceta grande Egretta alba
- Garceta intermedia Egretta intermedia
- Garceta común Egretta garzetta
- Garcilla bueyera Bubulcus ibis
- Garza real Ardea cinerea
- Garza goliat Ardea goliath
- Avemartillo Scopus umbretta
- Ibis hadada Bostrichia hagedash
- Picotenaza africano Anastomus lamelligerus
- Cigüeña lanuda Ciconia episcopus
- Jabirú africano Ephippiorhynchus senegalensis
- Marabú africano Leptoptilos crumeniferus
- Tántalo africano Mycteria ibis
- Drongo ahorquillado Dricurus adsimilis
- Cubla dorsinegra Dryoscopus cubla
- Chagra del senegal Tchagra senegalus
- Gladiador cabecigris Malaconotus blanchoti
- Batis molitor Batis molitor
- Alcaudón pío Corvinella melanoleuca
- Cuervo pío Corvus albus
- Golondrina común Hirundo rustica
- Bulbul naranjero sureño Pycnonotus tricolor
- Turdoide de Jardine Turdoides jardineii
- Cistícola sp.
- Apalis pechigualdo Apalis flavida
- Camaróptera baladora Camaroptera brachyura
- Prinia modesta Prinia subflava
- Alondra monótona Mirafra passerina
- Alondra sabota Calendulauda sabota
- Zorzal litsirrupa  Psophocichla litsirupa
- Zorzal de Kurrichane Turdus lybonianus
- Cosifa gorguiblanca Cossypha humeralis
- Estornino de orejas azules Lamprotornis chalybaeus
- Estornino de Burchell Lamprotornis australis
- Estornino amatista Cinnyricinclus leucogaster
- Estornino alirrojo Onychognathus morio
- Picabueyes piquirrojo Bufagus erytrorhynchus
- Suimanga del Marico Cinnyris mariquensis
- Suimanga pechiblanco Cinnyris talatala
- Tejedor de Holub Ploceus xantops
- Tejedor enmascarado Ploceus velatus
- Tejedor azafranado Ploceus xanthops
- Tejedor búfalo piquirrojo Bubalornis niger
- Quelea piquirrojo Quelea quelea
- Azulito angoleño Uraeginthus angolensis
- Gorrión cabecigris de El Cabo Passer diffusus
- Lavandera pía africana Motacilla aguimp
- Bisbita africano Anthus cinnamomeus
- Escribano canelo Emberiza tahapisi
- Escribano pechidorado Emberiza flaviventris

MAMÍFEROS

- Gato salvaje africano Felis lybica
- Hiena manchada Crocuta crocuta
- Mangosta enana Helogale parvula
- Ratel Mellivora capensis
- Damán de roca Procavia capensis
- Elefante africano Loxodonta africana
- Cebra de Burchell Equus quaga
- Facoquero de sabana Phacocoerus africanus
- Hipopótamo Hippopotamus anphibius
- Búfalo cafre Syncerus caffer
- Niala Tragelaphus angasii
- Antílope jeroglífico meridional Tragelaphus sylvaticus
- Gran kudú oriental Strepsiceros zambeziensis
- Impala Aepyceros melampus
- Raficero de Sharpe Raphicerus colonicus
- Raficero común Raphicerus campestris
- Kobo acuático Kobus ellipsiprymnus
- Ñu azul Connochaetes taurinus
- Jirafa Giraffa camelopardalis
- Papion chacma Papio ursinus
- Mono tota Cercopithecus aethiops
- Ardilla de matorral Paraxerus cerapi

 
REPTILES

- Cocodrilo del Nilo Cocodrylus niloticus
- Serpiente rayada de la arena Psammophis angolensis
- Tortuga del fango aserrada Pelusios sinuatus
- Escinco africano de cola azul Mabuya quinqueateniata
- Escinco rayado común Mabuya striata
- Ágama de cabeza azul Acanthocercus atricollis
- Geco casero tropical Hemidactylus mabouia

 
INVERTEBRADOS

- Mariposa Dama blanca  Graphium morania
- Milpiés gigante africano  Archispirostreptus gigas
- Escarabajo pelotero Circellium bacchus

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...